sábado, 31 de marzo de 2012

Cocinando con fuego y a campo

Transcribo aqui el primer articulo de cualquier tipo que yo haya escrito y  haya sido publicado. Fue hecho para el anuario de la Asocaición Rural de Jovenes del Uruguay, muchachos con los que tengo una interesante relación, formada en todas las oportunidades que hemos trabajado juntos. Sabiendo que me gusta cocinar y a que sabian que se me daba por publicar en el blog, me pidieron que les dejara una nota que juntara lo que es el trabajo de campo con la cocina. Fue un gusto escribirla y verla publicada. La comparto con todsos Uds.

Abrazo 
 


Cocinar con fuego y a campo
Desde muy chico y hasta el día de hoy he tenido el privilegio de disfrutar de muchísimas jornadas al aire libre, viviendo en la naturaleza, aprendiendo a conocerla y a respetarla. Allí en innumerables días y noches  me enamore del fuego y de su magia, y como me encanta cocinar he intentado juntar estas dos cosas de modo de hacer aun  más disfrutable el momento de crear un plato para compartir con amigos.

El fuego siempre ha acompañado al hombre de campo. Lo provee de calor en las noches, es su forma de cocinar, ahuyentar insectos, fuente de luz y de tantas cosas más. Casi todas las tareas de campo de alguna manera se cruzan con el fuego en alguna de sus formas.
Dominarlo y manejarlo adecuadamente aún en situaciones climáticas adversas, es un arte que cuando las cosas se ponen complejas hace la diferencia entre comer o no comer, o entre dormir o no dormir.
En la cocina de campo, el fuego es un elemento capaz de ayudar a quien cocina a preparar platos de primera calidad, que además de ser nutritivos serán sabrosos, y en su simpleza harán quedar muy bien a quien los haga. Se puede cocinar al fuego con ingredientes y utensillos sencillos, logrando platos excelentes.

A modo de ejemplo va un par de propuestas.
Papas aplastadas en disco de arado.

Utensillos a utilizar     Una olla para poner al fuego. (Puede ser hasta una lata grande si no hay olla)
Un disco de Arado o una chapa de hierro gruesa limpia a modo de plancha.

  Ingredientes              Papas medianas parejas
                                      Ajo, Cebolla, Morrón, Perejil, Adobo
                                      Manteca
                                      Sal y Pimienta negra recién molida
                                      Aceite

En una olla con abundante agua y sal hervir hasta que casi estén prontas 2 papas medianas por persona con cascara (Elegir papas nuevas de cascara fina y sana bien lavadas previamente)
Retirar las papas del agua, y sobre el disco caliente con un chorrito de aceite aplastarlas (SI aplastarlas !!) ayudándonos de un guante de cuero o paño para no quemarnos. Cuando hablamos de aplastarlas es que se raje  la cascara y la papa, pero que no se desarme.

Dejamos que se doren bien de un lado y las damos vuelta con una espátula o espumadera o lo que haya que permita darlas vuelta sin que se desarmen.
Sobre la papa al darla vuelta le colocamos la manteca que preparamos previamente con todos los ingredientes (morrón, cebolla, ajo, perejil y adobo) bien picados. Los condimentos y especias pueden ser estos o los que haya (tomillo, orégano, aji, etc.).

Mientras se doran del otro lado la manteca se ira derritiendo y llevando todos los sabores por entre las grietas que generamos al aplastar la papa.
Al derretirse la manteca y dorarse de abajo están prontas para servir y comer.

Muy fácil, muy simple, muy rápido, muy bueno  ….. 
Zapallo relleno.
Una forma fácil de preparar un zapallo que mejora el resultado final al prepararlo en forma no convencional. Esta  receta o idea es una mezcla (como casi todo) de diferentes pistas que fui registrando por ahí hasta cuajar en esta creo yo “belleza”.

Elijan un zapallo “Cabutiá”  de tamaño medio a grande, con la cascara lo más sana posible, y lo más parejo en su forma que se encuentre (que se sostenga firme sobre su base).

Con una cuchilla afilada corten alrededor del cabo del zapallo una tapa de 10 cms. (guarden la tapa) , de forma tal que se pueda acceder al interior del mismo  a efectos de retirar todas las semillas.

 Una vez retiradas las semillas procedan a rellenar el mismo. 

Yo lo relleno con verduras, cebolla picada gruesa, morrones picados, ajo en laminas (bastante), algún chile. Además le pongo picadas las hierbas que tenga a mano, como oregano, salvia, tomillo, albahaca, perejil, etc., en definitiva las que tengan y les guste. 
Si les parece pueden experimentar con otros rellenos como carnes, pancetas, queso, etc.
Sal a gusto, pimienta negra recién molida y muy importante una buena cantidad de manteca. 

Colocado el relleno, se coloca la tapa en su lugar cerrando la cavidad, y para terminar se envuelve el zapallo completamente en papel de aluminio de forma que no se escape el vapor que se va a generar por la cocción del mismo.
Poner en el horno, o si no tienen horno improvisen uno como yo hago con el disco de arado, una parrillita arriba del mismo para que no quede el zapallo en contacto con el hierro directo  y una olla grande  o lata por arriba del zapallo para que se cocine con calor por arriba también.  Dependiendo del horno y del tamaño del zapallo, entre  45 min. y  1 hora hasta que pinchando con un cuchillo desde afuera este penetre sin dificultad.

Retirar del horno, quitar el papel aluminio y servir con una cuchara por la misma boca que abrimos para rellenar.
Un acompañamiento delicioso y una forma muy fácil de preparar un ingrediente bien tradicional de nuestra dieta.

De postre ….
Por último un texto del libro Carnet de Ruta del Sacerdote Luis Perez Aguirre “Perico”, un gastrónomo del Alma,  sobre el fuego. Este texto entiendo que define quizás como nadie los sentimientos profundos que el fuego saca a relucir en nosotros. 

"Cualquiera sea el número de personas a su alrededor, el fuego siempre logra crear un clima de serenidad y distensión. Parecería que tiene una fórmula especial que estrecha las amistades y hace olvidar los sinsabores de la lucha diaria.

En la oscuridad fraternal, entrecortada por los resplandores irregulares de las llamas que dibujan mil sombras extrañas, no sentimos casi la necesidad de comunicar con la palabra. Nos sentimos ligados por una comunión más intima que la del habla.

Esa tragedia muda y fantástica que se juega en la danza de las llamas es suficiente para apasionarnos; quizás porque es capaz de mantener ella sola el silencio y darle sentido.

El fuego que hemos encendido para nuestra alegría, para nuestro calor o para nuestra cocina, nos habla con su presencia de muchas cosas. Con el aire perfumado de la madera que se consume, llama constantemente a la luz y a la vida subrayando la importancia de nuestras vidas. Para comprender lo que significa el fuego, tenemos que salir de nuestras ciudades y acampar. Solo allí nos librara su secreto completamente".
Mario

2 comentarios:

vicky dijo...

Querido Mario que lindo artículo,más que por la recetas, que siempre son excelentes,por todo lo que escribís o traes a colación del fuego.
Sin duda que quien pasó una noche cerca del fuego o cocinó en el sabe lo hermoso que tiene esa reunión con los elementos de la naturaleza y con los amigos que se forjan.
Tengo la certeza de que,como decia aquella canción que cantabamos al final del día en los campamentos miirando el fuego en la noche, nos reuniremos otra vez a cocinar y charlar en la naturaleza. Vicky

Estan cambiando dijo...

En el encuentro con la naturaleza, la relación con el fuego tal vez ocupa un lugar muy central. Es parte de una memoria preterita muy unida a los aspectos mas primitivos de la lucha por la sobrevivencia del género humano. Esta en el ADN. Luego, inmediatamente, de superada la etapa de crisis de supervivencia, aprender a usarlo y dominarlo, usarlo para protegerse del fío, cocinar alimento, llega el disfrute de eso que nos da que es mucho mas que calor. Avanzada la noche, cuantas veces nos pasó, quedar encantados en silencio mirando esa danza de llamas al abrigo de los amigos.
El fuego es un sacramento...

Gracias por compartir
Miguel