sábado, 25 de junio de 2011

Bocaditos agridulces de berenjena.

Una preparación simple y por lo menos a mi gusto muy rica.

Queso fundible de buena calidad (muzarella, o similar)
Queso de sabor fuerte (parmesano, queso azul, queso de cabra, etc.).
Pan de molde

2 berenjenas medianas
Higos secos o datiles a gusto


Cortar en 4 rodajas de pan de molde
Poner unas gotas de aceite de oliva en cada pancito y disponer en una fuente para horno.
Dorar apenas en el horno. Reservar.
Cortar las berenjenas en rodajas de ½ cm. de espesor.
Dorar en una sartén con poco aceite de ambos lados, sal y pimienta negra y reservar.
Rallar en forma gruesa los quesos.
Cortar en fetas la fruta.
Armar sobre cada pancito una rodaja de berenjena, luego un poco de la mezcla de quesos rallados, y encima la fruta.
La idea de estos 3 tipos de sabores tan diferentes es eso mismo , generar un contraste de sabores que sorprenda a quien lo pruebe.
Poner a horno fuerte durante 2/3 minutos apenas hasta que derrita el queso.
Servir calientes.
A mi me encantaron, abrazo

Una historia de sopas ...

Una preciosa historia que me manda mi amiga Gely desde Argentina, y que la quiero compartir con todos.



Había una vez, un pueblo muy pequeño perdido en algún lugar del mundo. Las casas eran modestas; una sola planta con tejado, jardín adelante, quinta y gallinero atrás. Los habitantes, como no eran muchos, se conocían muy bien.
Era cerca del mediodía, cuando un caminante llegó a la calle principal. Se veía muy cansado y parecía hambriento.
Divisó la plaza del pueblo. Fue hacia allí y dirigiéndose a todos, pero a nadie en especial, dijo:
- Buenos días. Desde ayer que no pruebo bocado y pasé mucho frío. En realidad tengo un hambre terrible. Quisiera poder tomar una buena sopa. ¡Me muero por una rica sopa!.
 
- Quiere sopa – empezaron a decir los ancianos que tomaban sol.
- Quiere sopa – repetían las mujeres mientras vigilaban a los niños en sus juegos.
- Pagaré un peso por cada burbujita que encuentre en un plato de sopa – insistió el viajero.
Los lugareños, sorprendidos se miraban entre sí.
- ¿Un beso?- preguntó un viejito sordo y de barba blanca, mientras jugaba a las bochas.
- No, no – respondió su compañero. Dijo un peso.
- Si señores, pagaré un peso por cada burbuja de sopa – repetía el viajero.
- Esto es increíble – decían las ancianas. Va a pagar un peso por cada burbuja de sopa !Increíble!
- ¿Alguien saben donde puedo conseguirla?- pregunta el viajero, mirando a todos.
- ¡Yo!, ¡Yo! – exclama Doña Etelvina, una dulce anciana de pelo blanquísimo.
- Señor, le puedo a preparar la mejor sopa que usted haya probado en su vida.
- ¡Excelente!, estimada señora - responde
- Venga Usted a mi casa dentro de una hora. Es fácil encontrarla, está al final de la calle y es la única que tiene portal rojo.
- Muy bien. Allí estaré – anunció el viajero.
La buena mujer corrió a su casa, se puso su mejor delantal blanco.
Fue al gallinero, miró sus gallinas y eligió la más gordita: la bataraza. Sin pensarlo dos veces, la degolló, peló y limpió. Todo en tiempo record.
Luego fue a la quinta, seleccionó las mejores hortalizas y verduras. ¡Ahh…Este año se habían dado tan bien!...
Finalmente colocó una gran olla con agua al fuego y echó todo adentro. Por la chimenea comenzaba a salir un humito...
- ¡Humm... que olorcito tan rico!
Los vecinos olfateaban el aire y comentaban:
- Doña Etelvina está haciendo su famosa sopa...
- ¿Quién se está poniendo la ropa?- Pregunta el viejo sordo.
- Nadie Don Pancho, dijimos sopa, sopa...
El viajero se encamina a la calle principal y mira los portales.
- ¿Portal verde? No. ¿Portal azul? Tampoco. ¿Portal rojo? Si rojo. Aquí está, este es.
¡Toc! ¡Toc! Golpeó sobre el portón con sus nudillos.
- Pase. Pase Usted caballero– dijo gentilmente la anciana.
Doña Etelvina, había preparado una mesa hermosa. Había colocado un bonito mantel, sus mejores cubiertos y un florero con flores de su jardín.
El viajero estaba sentado a la mesa, cuando Doña Etelvina entró con una sopera humeante. La colocó en el centro y le sirvió un abundante plato de sopa al invitado.
Pero, ¡¡OOhh!! La sopa, tenía una sola burbuja. Era enorme, tanto que casi cubría todo el plato.
- Coma, coma por favor – dijo la anciana. No la deje enfriar...
- Exquisita Señora. ¡Muy rica! !Deliciosa!- decía el viajero, mientras se relamía de gusto.
Cuando terminó, dijo:
- Aquí tiene su pago. Tal cual lo arreglamos: Un peso.
- ¿¿Pero cómo?? – preguntó muy sorprendida la anciana. ¡¡Esto vale mucho más que un peso!!
- Mi querida Señora - respondió tranquilo el viajero. El arreglo fue: un peso por cada burbuja que encontrara en el plato de sopa y solo había una. ¡Arreglos son Arreglos!
Refunfuñando Doña Etelvina, tomó la moneda y la guardó en su bolsillo.
 
Pasó el tiempo. Bastante tiempo... y un día, el viajero volvió a pasar por el pueblo. Recordaba la rica sopa que había comido y sentía agua en su boca. Por lo cual volvió a la casa del portal rojo y golpeó.
Salió Doña Etelvina. Estaba más anciana y su pelo era aún más blanco.
- ¿Que desea?
- Una sopa querida señora y pago por cada burbuja un peso. ¿Vuelvo en una hora?– preguntó.
- No, no. Pase y tome asiento, enseguida va a estar – dijo Doña Etelvina.
Fue muy tranquila a la cocina, calentó agua y le agregó un buen chorro de aceite.
Cuando llevó el plato a la mesa, en este se observaban muchas, pero muchas burbujitas.
El viajero la probó y dijo:
- ¡¡ Esta sopa es horrible!!
- ¿En serio?...No. No lo creo, pero Usted de todas formas me tiene que pagar un peso por cada burbuja - dijo pícara, Doña Etelvina. "Arreglos son arreglos". Así que comience a contar las burbujitas.
El viajero pagó sin protestar la sopa más fea que había comido en su vida y la más cara…

martes, 14 de junio de 2011

Pan de Cazador



Hoy cocino con aceite de Oliva, tengo un especiero muy completo con especias de todo tipo, varios cuchillos a elegir dependiendo de la tarea a realizar, ollas y sartenes antiadherentes, conservas varias, ingredientes de óptima calidad en la mayoría de los casos, y la verdad que todo esto hace que en casa nos alimentemos bien, variado y sano. Hoy en el entorno de la flia. vamos de campamento en verano o en otras épocas y cocinamos a campo, al fuego, con una variedad de ingredientes, sabores y técnicas igual o similar a la de nuestras casas. Esto nos lo permite el hecho de que por suerte en nuestra familia todos tengamos acceso al trabajo, y que eso nos da el aire para poder disfrutar de la variedad y la calidad aun estando de campamento.
Pero esto no siempre fue así, hubo épocas (finales de los 70 principios de los 80) en las cuales se pasaba al borde, en las que salíamos 15 días de campamento con la super justa. En donde se comía lo que se podía conseguir y la variación estaba entre los fideos y el arroz, en ambos casos con alguna lata del Chuy o salsa de dudosos ingredientes. Campamentos en donde había una sola olla para cocinar, una sartén y una lata para el agua del mate como batería de cocina. La espumadera y cucharon cuando habían, eran restos o caseros hechos con alambre y una lata de conservas en la punta de un palo. Media docena de varillas de hierro por parrilla y poca cosa más eran los elementos para cocinar que precisabamos. A veces más de 15 personas, con un bidón de 10 lts como fuente de aprovisionamiento de agua que se traía al hombro desde 10 cuadras. Realmente a pesar de todo este panorama, pasábamos bien, la frugalidad de la alimentación y la precariedad del mobiliario, no podían competir con las noches de fogón, el futbol en la playa y la alegría de estar junto a personas que uno quiere.
Pero si hay algo que se destaca de la frugalidad de nuestra alimentación era la ausencia de pan. Si de PAN ¡!!! Con los escasos recursos disponibles, comprar pan era una irrealidad, y a modo de remedo del mismo, preparábamos lo que llamábamos "Pan de Cazador". Este era un elemento que desde el fondo de los tiempos venía en el manual de 3ra. Clase del movimiento scout. Ni más ni menos que un engrudo firme (harina, agua y sal), que amasábamos y estirábamos en forma de largo cilindro, el cual enrrollado en una vara verde iba al fuego hasta que se cocinara. Duro, gomoso, pero con un glorioso aroma a humo y logro personal que sabia a banquete para esas bocas hambrientas. Lo probamos a hacer tipo galletas sobre una lata, arrollado a la vara, en el rescoldo, y nunca creo paso de ser un amasijo infame.
Hoy estoy seguro que ya dominando algunas técnicas más de cocina de campo o simplemente usando alguna levadura, el resultado sería otro, sin dudas mejor, pero nunca sabrá como aquel. Un clásico y contundente ejemplo de que la comida es más que los ingredientes que la componen.
El entorno y las condiciones ambientales son ingredientes tan claves, que definen y condicionan el resultado final, la experiencia sensorial, la recordación de un plato. Por eso cocinar debe ser un placer, un acto que uno debe rodear de cosas agradables. Si cocinamos así, con gusto, con y para otros, el resultado será bueno más allá de si el punto de cocción es el del manual o si la sazón esta justa. Le habremos puesto amor al cocinar, el más importante de los condimentos que se hayan descubierto a la fecha.

Abrazo, Mario

martes, 7 de junio de 2011

Matambre a la parrilla - nuevas recetas de amigos del blog

Comentarios de Gely en la entrada "Matambre vacuno a la parrilla":
Hola: Soy de Buenos Aires. Yo lo hago relleno de mucho ajo y peregil, más zanahoria en listones, espinaca picada mezclada con huevo para que ligue. Huevos duros y condimentos (ají molido, orégano etc.) Se ata bien, se hierve hasta que esté tierno. Se prensa en el "Prensa-matambre" y cuando está frio mi marido corta rodajas gruesas y lo coloca sobre la parrilla al lado del resto del asado. Se tuesta de un lado y del otro (no mucho ehh? tostadito nomás.
Un día de estos lo hago y lo público en mi blog http://comidasconhistorias.blogspot.com
Otra forma: Hervido arrollado con un rico relleno. cuando está bien frio se corta rodajas gruesas y va vuelta y vuelta a la parrilla, un tantito tostado.
Saludos desde la otra orilla
Ahora dos amigos desde el paisito  
Yo lo hiervo en leche y vinagre, cuando esta casi cocido, lo llevo a la parrilla a terminar de hacerse y dorarse, y agarrar ese gustito que solo la parrila nos da....
Con el hervor en leche y vinagre, nos aseguramos que este tierno...
Gonzalo Barlocci
Otra manera de hacerlo a la parrilla es hacerlo arrollad, metiéndole adentro una longaniza cortada en bastones, algunas aceitunas y morrón. Se enrolla y se ata o cose para que no se desarme. Sepone en la parrilla con una olla de hierro arriba para conservar el calor. Brasa, lento e ir poniéndole por encima algún mojo cada tanto. Se lo va dando vuelta y queda muy bueno.  Saludos
Joaquín

Muchas gracias por los aportes. Seguro que ire probando y les cuento

domingo, 5 de junio de 2011

Matambre vacuno a la parrilla

Al final despues de mucho tiempo en que me prometio hacer este aporte al blog me envio mi querido cuñado su forma de preparar el matambre (vacuno) a las brasas.


Ahi va . Es una receta que seguramente los que saben mas del tema podran mejorar o enriquecer.
Debo decir que en realidad no se si es una receta, mas bien es una forma de cocinar el matambre a las brasas y que las veces que lo he hecho, la casualidad a querido que quedara mas o menos bien.
Lo primero es la eleccion del matambre, que hay que tratar que no sea muy "flaco" buscando que sea lo mas tierno posible.
Lo segundo, es que al comienzo de la coccion la grasa quedara hacia arriba.
Tercero, la coccion debera hacerse lenta, rociando la carne con vinagre durante la misma.
Cuando la coccion esta casi terminada se dara vuelta la carne y nuevamente se rociara con vinagre hasta que este a punto.
Bajo ninguna circunstancia se debe dejar pasar la carne de su punto porque seguro va a quedar duro ademas de seco.
Se puede agregar algun condimento durante la coccion y obviamente sal.
Yo en lo personal prefiero solo la sal que permite sentir el sabor real de la carne.
Espero haber hecho una pequeña contribucion al blog
abrazo

Juan Echegorri Rodríguez

Gracias Juancito, y algo que yo no creia es lo del vinagre. Les juro que no queda en lo m{as minimo sabor acido o desagradable. para mi fue un descubrimiento.
Espero comentarios y si surge alguna nueva propuesta o metodo,bienvenido sera.

Abrazo, Mario